lunes, 3 de marzo de 2014


 
“La Teoría del Conocimiento y los Estudios Abiertos”

 

Ensayo “Estudios Abiertos: la construcción de la discontinuidad”

Los procesos investigativos parten de una noción de ciencia, de ahí se derivan sus métodos, experimentos y conclusiones, bajo una estructura que actúa como corcep cognitivo, cercenando la capacidad de comprensión de la diversidad, sin posibilidad de incorporar la incertidumbre y el azar en el arte de conocer.

Los grandes discursos desde Bacon, Galileo, Descartes, Newton, Hertz, Kant, entre otros llevaron el estudio de la materia inanimada hasta el Olimpo de la ciencia, junto con su método científico tradicional y sus reglas de experimentación – verificación. La universalidad de sus conclusiones comenzó a tambalearse con la irrupción de la materia animada. Con el advenimiento de la vida viva al campo de la especulación filosófica-científica.

Sin embargo, estos brillantes pensadores, es justo reconocerlo, concibieron desde su propia intuición el hecho de la diferencia de los fenómenos relacionados con la materia viva. Autores como Wittgenstein concibieron que la lógica de la proposición cuando esta bien estructurada puede representar al hecho en sí mismo. La racionalidad de esta idea fue cuestionada hasta por este autor años mas tarde, a la luz esclarecedora de nuevos descubrimientos.

Así la construcción de nuevas proposiciones explicativas, nos lleva al descubrimiento de las limitaciones de la lengua para representar, definir, conceptualizar los eventos de la realidad. Irrumpe en el panorama, el mundo de las ciencias sociales y humanas, las mismas llegan plagadas de la contradicción: ser científicas jugando a parecerse a las “exactas”. Aunque ya se venia intuyendo-construyendo la limitación cognitiva del llamado método científico.

Autores más contemporáneos, Heidegger depositario del pensamiento hegeliano, adelanta algunos supuestos que luego fueron también superados, con lo planteado en la fenomenología. Posteriormente Prigogine, Morin, Popper, Eccles,  Heisenberg, Kapra entre muchos otros nos llevan por la idea de la discontinuidad del método y de lo incierto como realidad.

La noción de sujeto cognoscente – objeto conocido, se eleva a la de sujeto-observador en interacción con el objeto como self, en una relación de intervención-cambio-participación de carácter etnográfico-cognitiva. De acá emerge la idea de discontinuidad-ruptura con el método tradicional de investigar para dar paso a una nueva continuidad temporo-espacial.

Hablamos de la construcción del conocimiento a partir de la interacción comunicacional estructural colectiva, dentro del diseño de comunidad de aprendizaje, de saberes en movimiento. Las ciencias antropo-sociales buscando un nicho propio, un actuar-accionar en una realidad compleja, que les es propia: la de la incertidumbre, la de los conocimientos parciales, profundos, de la no experimentalidad.  Se habla entonces, no sólo de un saber para el actuar y cambiar, sino de un saber para ser, he aquí la construcción de la continuidad a partir de la discontinuidad, ser cada vez más personas, con noción de ciudadanía y universalidad dentro de la diversidad.

Comulgando con la esencia de los seres humanos, que somos sociales por naturaleza y definición, las comunidades de aprendizaje se erigen como un sistema auto-eco-organizado, centro de aprendizaje a lo interno-externo, fractal del universo, representado por la sociedad-comunidad como conjunto complejo.

El reto de estas formas organizativas, es no sólo el aprendizaje en conjunto, también esta el conocer-investigarse en las interacciones cotidianas planteadas en la formación-capacitación, a esto se le puede agregar, el necesario insight cognitivo para favorecer el cambio propio y colectivo en aras de un bien común de logro compartido.

A título conclusivo, desde lo esbozado anteriormente, la investigación-creación en este universo de sensibilidades, se vuelve etnográfica por definición y necesidad. La participación-involucración se hace método dada la emergente realidad de las ciencias en el presente siglo. El nuevo paradigma emergente, parodiando a Martínez, es el de ser nosotros  en la medida en que participamos en el ser de los otros. Finalmente, estamos ante la presencia de un bucle recursivo: conócete a ti mismo, (gnóthi seautón), la frase desde los griegos, ha estado ahí. Su autor, cada uno de nosotros, toda vez que se genere el impasse cognitivo que estimule la  impronta de ser mejores personas.

 

Néstor León

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